La organización del contenido de un sitio Web acaba siendo tan importante como el propio contenido y la fase de diseño es la más oportuna para considerar aspectos como la naturaleza, el origen, el volumen y la forma en que se va a acceder a la información.
Una vez cumplido el requisito de establecer estos parámetros, hay que definir la arquitectura que va a soportar nuestro contenido. Existen distintas posibilidades en las que podemos basarnos.
Taxonomías
Incluso si el término te resulta extraño, seguro que estás familiarizado con el concepto. Cualquier biblioteca del mundo hace uso intensivo de este criterio de organización de la información que consiste en situar los elementos en función "de lo que son" y la "categoría a la que pertenecen". Las ontologías, tan populares en programación, en las que se define una jerarquía de clases y objetos son una tipo de taxonomías.
redcoon.es es un ejemplo de este tipo de organización, que presenta un menú a su izquierda con las diferentes categorías (30!) de artículos que se ofrecen en su Web.
Esta estructura presenta una limitación a la hora de mantener el índice que rige el contenido. A medida que la información crece y evoluciona puede resultar complicado clasificar algunos contenidos. Si además el número de personas que genera el contenido aumenta, la rigidez del índice lo hace difícil de manter.
Además si el índice crece demasiado cualquier búsqueda puede requerir un gran número de clicks o un amplio cono"cimiento de la estructura, razón similar a la que motivó que los directorios de Internet (Yahoo! en sus orígenes) tan populares al comienzo, acabaron cediendo ante los buscadores (Google desde sus comienzos).
Folksonomías
Como consecuencia del "cambio de centro de poder" en Internet (del contenido al usuario) que supuso la Web 2.0, se popularizó una forma de organizar el contenido que translada la responsabilidad a los usuarios. Los usuarios asignan tags a los elementos que aportaban o a los que acceden, posibilitando así que la búsqueda de información se pueda realizar utilizando términos definidos por los propios usuarios.
Muchos sitios como delicious.com han basado su éxito en este tipo de organización, la única posible dadas las características del sitio.
Los populares tagclouds son un híbrido entre taxonomías y folksonomías, ya que se presentan como índices, si bien las entradas van cambiando e incluso el tamaño de la fuente está en función de la popularidad de la etiqueta que representa.
Las folksonomías presentan un inconveniente, y es que la descentralización puede conducir a falta de uniformidad en el etiquetado, de forma que contenido muy similar pase a estar clasificado en categorías totalmente distintas. Esto puede suceder, por ejemplo al cometer errores al escribir o por falta de criterio común (plural o singular? mayúsculas o minúsculas? guión bajo o medio?, etc...)
Taskonomías
Otra criterio para organizar el contenido, completamente distinto y a la vez compatible con los anteriores, es el que se basa en las actividades comunes que la mayoría de usuarios realizamos al completar una transacción.
Todos hemos visto Taskonomías aplicadas cuando al acabar de realizar la compra (o eso creíamos) nos fijamos en las pilas que cuelgan junto a la caja y que habíamos olvidado comprar.
La base de la ordenación del contenido no viene del contenido en sí, sino del proceso de "consumo" que el usuario hace del contenido.
El sitio Web de El corte inglés es un ejemplo de taskonomías aplicadas a un sitio Web.
Después de elegir un televisor en la tienda online:
Nos ofrecen varios soportes para la tele que acabamos de elegir:
Las taskonomías persiguen ofrecer al usuario el contenido adecuado en el momento justo. Para conseguir este objetivo hay que conocer tanto el contenido disponible en el sitio como los hábitos de los visitantes.
En resumen, cada sitio Web debe encontrar la organización que mejor se ajuste a sus características y necesidades, realizando las consideraciones previas en la fase de diseño. Si no, se corre el peligro de que el contenido se vuelva "invisible" para los usuarios.
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