Parece evidente que toda organización que lance un blog corporativo debe hacerlo porque está convencida del poder que como herramienta de comunicación tienen y debería temer que esta herramienta, mal utilizada, se volviera en su contra.
Un ejemplo sangrante, o poniéndolo en positivo, un contraejemplo excepcional, es el blog de Vueling. Vale que hayan tenido problemas con el hosting (en Marzo!), vale que están pendientes de fusión con Clickair y su estrategia de comunicación podría cambiar (de todas formas parece que la compañía resultante conservaría el nombre de Vueling), pero aún así, la imagen que se da es tan pobre, que definitivamente la acción de comunicación tiene un efecto contrario al deseado, haciendo a Vueling parecer una empresa poco cercana, poco resolutiva y quizá incluso poco segura.
Mi pregunta es, por qué sigue online?

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